Su ayuda consiste básicamente en la construcción de escuelas, viviendas y la donación de libros o alimento. Lo que más llama la atención de esta organización es que no sólo dona recursos básicos sino que fomenta la importancia de la educación. De este modo intenta ir más allá de las necesidades primarias, llegando al cerne del problema.

 

Otro rasgo distintivo es que los voluntarios que hacen parte del proyecto, además de trabajar sin remuneración, aún se comprometen en donar una cantidad fija de dinero mensualmente. Generalmente quien se encarga de hacer las donaciones son las iglesias a los que pertenecen los misioneros en sus respectivos países.

OM actuó, y sigue actuando, de forma significativa en el conflicto de Siria. Logrando construir campos para refugiados y establecer moradías provisorias para los huérfanos de la guerra.