
Vertido en méxico
2010
El 20 de abril de 2010 se produjo una explosión y posterior incendio en la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, propiedad de la compañía British Petroleum (BP). El incidente ocasionó una fuga incontrolada y continua de crudo al mar, que generó un vertido contaminante de consecuencias catastróficas. Se estima que es el peor vertido de la historia (un total de 5 millones de barriles de petróleo en 55 días).
En el momento de la explosión se encontraban en la plataforma 126 personas, la mayoría de las cuales pudieron ser rescatadas y trasladadas a tierra, salvo 11 que permanecen desaparecidas.

Principales Repercusiones
Afectó los ecosistemas a más de 944 km del litoral, especialmente en los estados de Louisiana, Misisipi, Florida y Alabama.
El impacto del vertido en las especies que viven esas aguas fue enorme, afectando a las zonas pantanosas de las costa de Luisiana, donde viven una gran cantidad de especies, impidiendo la actividad de los pescadores de la zona, y por tanto cortando sus recursos económicos.
Los daños a las playas de Florida y Cuba fueron también considerables y también se han señalado problemas de salud en las personas que viven en las zonas costeras afectadas por el vertido.
Además, no solamente causó graves problemas el derrame de petróleo, sino también los productos químicos utilizados en un intento de dispersar el petróleo (dispersantes químicos), como el Corexit, que era pulverizado desde avionetas a la superficie marina.
La política de comunicación de BP, lejos de asumir responsabilidades, mostró una actitud pasota e inoportuna. Todo ello contribuyó a generar muchos gastos a la compañía y a desprestigiar su imagen.

Ayuda Humanitaria
El Gobierno de Estados Unidos declaró la situación de Vertido de Interés Nacional SONS. El SONS se declara cuando un vertido, debido a su gravedad, tamaño, localización, impacto real o potencial sobre la salud pública o el medio ambiente, es tan complejo que requiere la coordinación de las autoridades federales, estatales y locales, además de recursos extraordinarios para contenerlo y limpiarlo.
También se recibió ayuda de las Naciones Unidas, y La Unidad de Emergencias Medioambientales de la OCHA gestionó la actuación de un experto contrastado en Planes de Contingencia ante Derrames de Petróleo.

